martes, agosto 31, 2004

Transito

Cada dia me vuelvo ingeniero de transito, entre mentadas de madre pinta de huevos y de dedo, miradas de otros automovilistas, ganando el paso al microbus logre llegar a mi destino, mi trabajo.

Esto es todos los dias, cada que salgo de mi casa me enfrento una y otra vez con el gran caos que se vive día a día en la ciudad de México. miles de coches, miles de personas, miles de historias ocultas y desconocidas imaginando y amarrando hilos tratando de adivinar cual sera la historia del conductor de al lado, de la chava pensativa viendo al vacia que va en la ventana del transporte colectivo. Empieza un nuevo día.