Himno Nacional, 150 aniversario
Hola compañeros se saben el Himno Nacional a pues aqui le va para que lo canten el dia 15 de Septiembre a las 12 del Dia
como referencia lo escribio Francisco Gonzalez Bocanegra con musica de Jaime nuno por ahi del 15 de Septiembre de 1854
¡Mexicanos al grito de guerra!
el acero aprestad y el bridón,
y retiemble en sus centros la tierra,
al sonoro rugir del cañón.
I
Ciña ¡oh Patria! tus sienes de oliva,
de la paz el Arcángel divino,
que en el cielo tu eterno destino,
por el dedo de Dios se escribió.
Más si osare un extraño enemigo
profanar con su planta tu suelo,
piensa ¡oh Patria, querida! que el cielo
un soldado en cada hijo de dio.
II
En sangrientos combates los viste
por tu amor palpitando sus senos,
arrostrar la metralla serenos,
y la muerte o la gloria buscar.
si el recuerdo de antiguas hazañas,
de tus hijos inflama la mente,
los recuerdos del triunfo tu mente,
volverán, inmortales a ornar.
III
Como golpe de rayo la encina,
se derrumba hasta el hondo torrente,
la discordia vencida, impotente,
a los pies del Arcángel cayó.
Ya no más de tus hijos la sangre,
se derrame en contienda de hermanos;
sólo encuentre el acero en sus manos
quien tu nombre sagrado insultó.
IV
Del guerrero inmortal de Zempoala
te defienda la espada terrible,
y sostiene su brazo invencible
tu sagrado pendón tricolor.
El será el feliz mexicano
en la paz y en la guerra el caudillo,
porque él supo sus armas, de brillo
circundar, en los campos de honor.
V
¡Guerra! ¡guerra! sin tregua al que intente,
de la Patria ¡manchar los blasones!
¡guerra, guerra! los patrios pendones
en las olas de sangre empapad.
¡guerra, guerra! en el monte, en el valle,
los cañones horrísonos truenen,
y los ecos sonoros resuenen,
con las voces de ¡unión! ¡libertad!
VI
Antes, Patria que inermes tus hijos
bajo el yugo su cuello dobleguen,
tus campiñas con sangre se rieguen,
sobre sangre se estampe su pie.
y tus templos, palacios y torres,
se derrumben con hórrido estruendo,
y sus ruinas existan diciendo:
de mil héroes la patria aquí fue.
VII
Si a la lid contra hueste enemiga
nos convoca la trompa guerrera,
de Iturbide la sacra bandera;
mexicanos, valientes seguid.
y a los fieles bridones les sirven
las vencidas enseñas de alfombra;
los laureles del triunfo den sombra,
a la frente del bravo adalid.
VIII
Vuelve, altivo, a los patrios hogares,
el guerrero a cantar su victoria,
ostentando las palmas de gloria
que supiera en la lid conquistar.
tornaránse sus lauros sangientos,
en guirnaldas de mirlos y rosas,
que el amor de las hijas y esposas,
también sabe a los bravos premiar.
IX
Y el que al golpe de ardiente metralla
de la Patria, en las aras sucumba,
obtendrá, en recompensa una tumba
donde brilla, de gloria, la luz.
y, de iguala, la enseña querida
a su espada sangrienta enlazada,
de laurel inmortal, coronada,
formará, de su fosa una cruz
X
¡Patria! ¡Patria! tus hijos de juran,
exhalar en tus aras su aliento,
si el clarín con su bélico acento,
los convoca a lidiar con valor.
¡para ti las guirnaldas de oliva!
¡un recuerdo para ellos de gloria!
¡un laurel para ti de victoria!
¡un sepulcro para ellos de honor!